jueves, 3 de mayo de 2018

VEM PRA JERI

¡Nos reencontramos en Jericoacoara! Exclamó mi cuñado de aquel entonces; quien luego de emprender un viaje de ida y sin retorno (aún), ya llevaba casi 5 años ininterrumpidos de travesía por América. Con unas ganas inmensas de volvernos a ver, y de conocer la familia que ya había formado, emprendimos esta aventura de programar un viaje, ellos bajando desde Guyana Francesa y nosotros subiendo desde La Costa Argentina. 

Sabíamos dos cosas: que día debíamos llegar y en que sitio encontrarnos, nada más. 

Para quien no escuchó nombrar nada sobre Jericoacoara como yo hasta ese momento, es un municipio turístico del estado de Ceará, Fortaleza, al noreste de Brasil, ubicado casi sobre la línea del Ecuador (para que imaginen el C-A-L-O-R!).







Jerico es un pueblo de pescadores, muy pintoresco y pequeño, de playas amplias, calles arenosas 100%, llenas de restaurantes, bares y tiendas con suelos de arena también ♥ ; La plaza central ubicada en la preciosa Rua Principal (calle principal) cambia tanto su aspecto de la noche a la mañana que parecen lugares diferentes. 





Jeri como lo llaman allí, está rodeado de lagunas de agua dulce con hamacas dentro, si Doña/Don, ¡hamacas dentro del agua!, agua literalmente tibia a toda hora y que encima son de uso libre y gratuito! algunas de las más visitadas son Lagoa do Paraíso (Lagunas Paraíso) o Lagoa Azul (Laguna Azul).




Para llegar al destino, hay que cruzar un desierto de médanos por casi 30/40 minutos en boogie o 4x4, que es precisamente el Parque Nacional de Jericoacoara, que cuenta con extensas dunas, así que es como una excursión más llegar o irse de Jeri, si tienen la posibilidad de hacer el circuito de noche, también se los recomiendo, es como si la luna se te fuese a caer encima de lo grande que se ve. 


Llegando a este pueblo de pescadores, y habiendo disfrutado de un primer día de playa, descubrimos que hay un ritual casi implícito, que consta de subir a la Duna do Por do Sol para apreciar el atardecer. Es mágico decía mi Benja, por que casi sin decir nada, todxs aquellxs que nos encontrábamos en la playa, empezábamos a acercarnos de a poco a la Duna para ver la puesta de sol desde ahí arriba; ¡un poema!. ♥ 









Por último, les comparto nuestro paso por la Pedra Furada (Piedra Agujereada), que es una de las mayores atracciones del lugar. Podes llegar de varias maneras, nosotros fuimos bordeando la costa, y hasta encontramos piletones naturales entre piedras; ¡la sensación de no poder perder la capacidad de asombro con el lugar es maravillosa!. Bajando a tierra y volviendo a cuento, la Pedra, es una roca de 15 metros de altura, con un enorme agujero excavado por la acción de la naturaleza; y si bien nosotros fuimos en abril/mayo, para que tengan en cuenta, dicen que en junio/julio, se puede ver la puesta de sol "en" el agujero de la piedra.



Desde que conocí este destino hubo un antes y un después en mi vida; lo bueno, es que prometí volver. ♥

¡Buen comienzo de mayo!.

 Luli.





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