H O L A | ♡
Hace casi 6 meses que quiero
contarles todo esto, y no sabía cómo empezar, pero hoy, me salió. En lo que va
del año tuve dos viajes reveladores; del primero volví decidida a separarme; de
hecho lo hice después de 10 años de relación, U-N-A B-O-C-H-A!
Cuando te animas a tomar
decisiones difíciles (pero no imposibles), El universo casi como si fuese magia,
empieza a conspirar a tu favor, y créanme, no exagero cuando lo digo, es como
si te premiara con un ascenso en la vida por hacer las cosas bien.
Imaginen jugar una partida de
Tetris y de golpe cada ficha que cae, es justo la que necesitas. Volví de mi
último viaje aprendiendo que hay que
tener (todos los días) algo en que creer, e incorporar a nuestros hábitos TODO
aquello que nos haga un poquito más felices cada día, porque si suma, conviene.
Así que… dos viajes, tres
enseñanzas. Uno, cualquier decisión vale la pena si es en pos de nuestra
felicidad; dos, hay que tener en que creer (siempre!); y tres, dar amor es una
necesidad, ¿y por qué? De manera casi polémica tuve esa sensación (calculo que
lógica) de “ANTIAMOR” por un tiempo, de querer convertirme en la tía solterona
de la familia (tan drástico como se lee, ja!), y no arriesgar más, quedarme en
el molde, pero el día después de mi encuentro intimo con la soledad frente a
frente de manera ultra violenta, sentí esa necesidad que casi me ahogaba, en mi
país se llama “dar amor”, calculo que cuando la presión se convierta en
cosquillas habré encontrado a la persona indicada. Porque también desculé otra
gran verdad, la vida ya me presentó a el hombre de mi vida, y doy gracias por
eso, pero él , no fue el amor de mi vida, así que encima miren si estará buena
la vida , hay revancha queridxs!.
Gracias por leerme; Feliz
octubre.
Luli.
