Buenas, como están?,
hoy (sábado) puedo decirles que yo me encuentro de maravilla; algo así como más
que feliz, ¿cuál sería la expresión?,
¿re contra feliz?; la energía casi tangible que me deja encima un día de taller
creo que no tiene nombre.
Encontrar que el
lugar que amo, se llena de gente con ganas de hacer, sin importar la franja etaria,
me conecta con lo mejor de mí, y creo que eso está muy bueno; además, por
consecuencia me despiertan ganas inmensas de escribir, de dedicarle tiempo al
blog y de compartirles momentos de los que describo, así que acá dejo algunas
fotos.
Dentro de los
talleres, me tome el atrevimiento de sumarme al de foto, luego de adquirir una
linda cámara que me hace el aguante. Luego de algunas explicaciones referidas
al ISO, el diafragma y la mar en coche, salimos de visita a un viejo estadio
abandonado que se encuentra entre San Bernardo y Mar de Ajo al costado de la
ruta, y créanme que fue una experiencia sinigual, acá algo de lo “logrado” (léase
como realizado y no como logro jejee).
Para que vean el antes y el después, les dejo dos fotos impresionantes de lo que fue ese inmenso estadio hace aproximadamente 16 años atrás.
Felices finde`s!, y gracias por prestarme un rato de su tiempo.
Luli.
